Por debajo de la superficie
La película “Charco” que se estrenó en 2017 es un documental sobre la música y los músicos que viven en las orillas del Río de la Plata. Explora el intercambio de formas, modas, y estilos entre Buenos Aires y Montevideo. Además explora las influencias de la música extranjera, como cambian cuando se encuentran con la cultura rioplatense.
Recientemente la película fue disponible gratis en Vimeo. La compartí con algunos amigos porque me encanta la película. También me alegra que fue lanzada con subtítulos en inglés para mis compatriotas estadounidenses. Quería compartir el sentimiento rioplatense con ellos, para que ellos puedan conocer la onda. Me decepcionó. Mis compatriotas no comprendieron nada.
Una de ellas me escribió sus percepciones. Al principio me dijo que el tango es más Argentino que Uruguayo. Esto me hizo dar cuenta que ella no comprendió la idea central de la película. Este era el punto de partida de su reseña.
Ella es una feminista. Notó que no habían suficientes mujeres entre las artistas. Sofía Viola cantando en su cumbia, “Yo me planto y digo basta para mí porque estoy desenamorada de ti … todo eso fuiste, pero perdiste” no fue suficiente para ella. Cuando ella me preguntó si la misoginia es común allí, me pregunté en qué parte de la película se había mostrado alguna cosa relacionada con el el machismo.
Todo la gente en la película actua con respeto. Vera Spinetta cantando la música de su padre, “Y deberás amar// Amar amar hasta morir// Y deberás crecer// Sabiendo reír y llorar”– ella se perdió este hermoso sentimiento .
La realidad es que el feminismo es más fuerte y las mujeres tienen más libertad en el río de la plata que en los Estados Unidos. No estoy diciendo que todo es ideal, solo que su respuesta tenía una raíz en su prejuicio basado en la cultura latina (generalizando). El machismo no existe en la película.
Esto señala una cosa particular de mis compatriotas estadounidenses, una cosa muy distinta con la cultura rioplatense. Ellos tienen una predisposición para ver todas las cosas a través de una lupa idealista, sin ver la verdad ni la esencia en las oraciones, acciones, obras o el punto de vista de otros. Es una predisposición un poco facho pero más del tipo religiosa. Es un modo de estar unido a una tribu ideológica. En el río de la plata la gente en general vive con mucha más laicidad. Hay excepciones siempre. En general la gente puede ver un grano de verdad en los pensamientos de otros aunque no estén de acuerdo. También, en general, tienen más humor y pueden bromear con sus adversarios sin la necesidad de pensar en matarlos.La vida es amplia.
Otra cosa que noté en las respuestas de mi compatriota fue una preocupación por las apariencias. En las películas estadounidenses de este tipo todos los músicos tienen una estilista del cabello y un traje con estilo, un productor, algunos publicistas, un agente, etcétera. Las entrevistas ocurren en lugares formales con un ambiente elegante. Ella no notó el Teatro Solís ni las otras salas y estudios en la película. Solo notó la informalidad de la ropa y de muchos de los lugares de entrevista, por ejemplo en un auto, un café y una pizzería. Cuando Mandrake canta en el café, “Ven, ángel de la ciudad, Te quiero de verdad, no me importa la máscara que pintes en tu cara?”, ella solo vio la informalidad del ambiente.
Quizá en un país tan grande y rico como los Estados Unidos, con la preponderancia de las cosas que pelean para obtener la atención de la gente, es necesario prestar una gran cantidad de atención hacia los detalles formales. Nos hemos acostumbrado a que las cosas se hagan con altos costos y recursos ilimitados. Esto genera que la expectativa sea si es buena, necesita una producción cara. Esto da como resultado una preocupación por lo superficial. No podemos ver la sustancia debajo de la superficie.
Me parece bien mostrar las cosas como son, sin ornamentación que oscurezca la esencia o pretenda ser más que lo que son. Busco la autenticidad. La película me parece muy auténtica con ensayos en la calle, en las salas de los artistas y con vistas de lugares en vivo, en el estilo documental, sin coreografía. En Montevideo encontré un preocupación menos menos por lo superficial y más sustancial.
Mi compatriota nota que algunos de los barrios parecen cuestionables. De verdad, Montevideo es más áspera que las partes lindas de la ciudad Nueva York o San Francisco, Pasadena, Monterrey, San Diego, Tampa o Naples. Se parece más a Boston o Baltimore. Cuando cantan ¨Porque hoy nací” hay muchos escenarios de la ciudad en el sentimiento de la canción— “no tengo una casa … el sol me quemó y el viento de los vivos me despertó.” La muestra de un sentimiento no es la realidad total. También muestra la verdad del oración de Manuloop, cuando dijo que el Tango debe ser encontrado con los pastitos entre los adoquines.
La película muestra muchas partes del Río de la Plata. Muestra los parques, las plazas, la rambla, el río, bosques, los suburbios, y el campo. Hay una linda grabación de Ana Prada con los caballos. En su hogar ella muestra como los temas ordinarios del campo influencian las milongas. Después, Dolores Solá y Acho Estol tocan la canción, “El Pajarillo” de Atahualpa Yupanqui al lado de un fuego en el campo. “¿Cómo ayuda llorar yo que tengo el amor perdido?” Es un momento dulce y lúgubre.
Estados Unidos es tan grande que la gente desarrolla un sentido parroquial, chovinista. Tienen anteojeras. Solo ven lo que conocen. Tienen el prejuicio de que el mundo es así, como ellos son. Cualquier otra cosa es una aberración. Uruguay es más pequeño. Las cosas del exterior importan más. Por eso la gente tiene curiosidad por conocer el mundo entero. Tiene una visión más amplia.
Al final tengo una ventaja sobre mis compatriotas que no han visitado la región rioplatense. No puedo decir cómo me impresionó cuando llegué hace tres años. No puedo decir cómo la película me habría afectado si no hubiera tenido esta ventaja. Solo puedo decir que me decepciona que mis compatriotas no puedan entender. Para mí, la película celebra los buenos sentimientos que viven al lado del Río de la Plata. Me recuerda la buena onda y el corazón del país. Como cantan “La Pura Verdad”: “Lo que entra al corazón se queda y no se va más. ¿Tú quieres saber porqué? Escúchalo bien. Al corazón solo entra la pura verdad.”